La honestidad como regla de Urbanidad

Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una jornada de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el río, se le cayo el hacha al agua.

Entonces empezó a lamentarse tristemente: ¿Como me ganare el sustento ahora que no tengo hacha?
Al instante ¡oh, maravilla! Una bella ninfa aparecía sobre las aguas y dijo al leñador:
Espera, buen hombre: traeré tu hacha.

Se hundió en la corriente y poco después reaparecía con un hacha de oro entre las manos. El leñador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez se sumergió la ninfa, para reaparecer después con otra hacha de plata.

Tampoco es la mía dijo el afligido leñador.

Por tercera vez la ninfa busco bajo el agua. Al reaparecer llevaba un hacha de hierro.

¡Oh gracias, gracias! ¡Esa es la mía!

Pero, por tu honradez, yo te regalo las otras dos. Has preferido la pobreza a la mentira y te mereces un premio.

Actividad

1. ¿Qué se le cayó al leñador al agua?
2. ¿De que se lamentaba el leñador?
3. ¿Quién se le apareció entre las aguas?
4. ¿Qué le dijo la ninfa al leñador?
5. ¿Cómo era la primera hacha?
6. ¿Cómo era la segunda hacha?
7. ¿Cómo era la tercera hacha?
8. ¿Qué hizo la ninfa al ver que el leñador era  tan honrado?
9. Escribe la moraleja.
10. Realiza un dibujo de lo que más te gustó